Mecánica
del amor
Autor: A.L. Guillén
«Fue mucho
antes el sexo que el amor»
Te veo conjurar sonetos
y rock and roll
Besaría tu mano dócilmente
Si explicaras donde quedó
tu ilusión
«No confundas tu cabeza
con el corazón
Busca ese músculo
infalible»
Qué difícil
ser hombre
Qué difícil
pensar
Qué utópica
la felicidad
La losa del pecado explica
tu revolución
La protección de
un gen nos da una religión
Lo único que quiero
realmente es amor
Ojalá
estuvieras aquí
Autor: F. Jaén
No te echo tanto
de menos
Desde que lamo sapos alucinógenos
Pero a veces despierto sudando
Y busco tus ojos en la oscuridad
Ojalá estuvieras aquí
Para saber algo más
sobre el cielo
Para buscar piedras de musgo
negro
A la sombra de tu corazón
Vendrías con palomas
en los hombros
Antonio tocaría algo
para bailar
Y yo te daría mi
último sapo
Y pasearíamos por
el mar
Ojalá estuvieras aquí
Traerías la lluvia
sobre el mar
Los colores sobre mis restos
Y Marte en botellas de
cristal
Siempre tuviste
don de profecía
Por eso llorabas si yo reía
Por eso odiabas las ortigas
Que yo recogía para
ti
Ojalá estuvieras aquí
Ahora que el cielo existe
y eres tu
Un ángel cosió
mis labios con hilo de tu piel
Y él también
odiaba andar con los pies
Adrenocromo
Autor: A.L. Guillén
En la hipertrofia
de la decadencia excretas violencia
Rock and roll star te enseñará
a pecar
Muta el gen contracultural,
sonríe amapola
Detrás del cielo
escupe al abismo, paciencia
Soplo sacro en su mirada
Beso el cáliz en
su alma
Mueca, ángel y herejía,
desde aquí arriba comprenderías
Henry borracho en París,
policonciencia homosexual
El cielo es un lugar
De almíbar y soledad
donde nada ocurrirá
Cuento
de una noche
Autor: F. Jaén
Cuentan que esa
noche las palomas devoraron los ojos
Del dios trepador y el sueño
era incierto
Y la luna brillaba como
el sol
Las flores caminaban esa
noche
Perseguidas por un gato
protector
Y al final encontraron el
drama
De la eterna incomprensión
Esa noche la canción
eras tú
Esa noche palpitaba tu piel
Como la piel del tambor
Y el aire nacía de
tu falda azul
Algunas criaturas despertaron
Con el frío en las
entrañas
Y el sueño del ángel
terminó
Con el aullido de bestias
lejanas
Esa noche hubo un muerto
Que aprendió a hablar
Y por contarnos este cuento
Nunca volvió a respirar
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