8.3. De las técnicas en los procesos de creación de un proyecto o actividad

El desarrollo de actividades requiere utilización de diversas técnicas proyecto: entrevista, conferencias, exposiciones, carteles, conversaciones, fotografía digital, escanear, manejo de aplicaciones informÁticas, etc. Todas ellas parte del proceso de aprendizaje tecnológico de cada persona u organización interviene en un proyecto o actividad programada. La intención de programar proyectos actividades en cada población donde ubica o llega un NCC es acercar a aquellas iniciativas que han expresado como necesarias, interesantes o simplemente, les seducen, a los sectores población que tienen mayores dificultades de acceso y se encuentran mÁs culturalmente del uso de las TIC. Los proyectos y las actividades escenario donde se materializa la metodología de la participación, incorporando tres procesos de motivación-capacitación-organización y los tres cuerpos intervención: componentes sociales-bÁsicos-Áreas de intervención.

En la alfabetización tecnológica, la elección de un proyecto o actividad es un acto de creatividad colectiva que comienza con el diagnóstico de la realidad local, para lo que es imprescindible desarrollar habilidades conversacionales de escuchar y aprender a leer la realidad mediante la realización de una investigación participativa, preguntando sobre la vida sociocultural de la localidad, observando las formas de relación y comunicación, hablando y preguntando a los mayores, seleccionando documentación histórica, etc. De este modo nos apropiamos colectivamente de la realidad para convertirla en un eje de intervención y posteriormente desarrollar acciones que impliquen al mayor número posible de ciudadanos y organizaciones.

Una simple receta, Perdices al Modo de AlcÁntara o Revuelto de Boletus puede llevarnos al conocimiento de tradiciones gastronómicas o de utilización de los productos silvestres en la cocina tradicional de intangible valor para recuperar elementos culturales de la localidad y poner en marcha un proyecto de difusión y generalización cultural en el que participen las asociaciones de amas de casa, de viudas, de hosteleros, o el grupo ecologista de la localidad que, unidas a las de otras localidades, contribuyen a crear un recetario gastronómico popular en la red, realizan un catÁlogo de productos silvestres para la gastronomía popular, organizan un concurso local y regional, siempre utilizando las tecnologías de la información y la comunicación como instrumento de colaboración. Lo importante es desencadenar un proceso de raíz e interés cultural, que partiendo de las tradiciones locales pueda proyectarse como un valor de futuro.

Una simple conversación acerca del nombre de una calle cuyo significado apenas conocemos, por ejemplo, Cañada, Eras, del Puerto, del Humilladero, del Mercado, Encomienda, Zapatería, puede rescatar evocaciones del pasado para traernos los mÁs valiosos rasgos culturales de la localidad donde se halla el NCC y, utilizando como hilo conducto el método de la palabra generadora practicado en alfabetización durante décadas, ayudarnos a deshacer el ovillo y desentrañar una realidad perdida en los intrincados recovecos de la memoria colectiva donde permanecen dormidos los nombres de calles y lugares que guardan el sueño de la intrahistoria de la localidad y de la región ...

Un sencillo concurso de fotografías del pueblo sobre las actividades de las personas o los rincones inexplicables del entramado urbanístico popular los nombres o motes de familias o los apellidos, puede provocar el redescubrimiento de un origen que les identifica con otras zonas de España, rompiendo las fronteras que en muchas ocasiones se fraguan en el localismo. De este modo emergen los orígenes familiares asociados a tradiciones y actividades irreconocibles por diversas generaciones y marcadas por el sello de la trashumancia que durante siglos se ha practicado entre los pueblos extremeños y los castellanos, leoneses o astures.

Las conversaciones realizadas mediante técnicas de entrevista con los mayores del hogar del pensionista, puede traernos evocaciones de cuentos, leyendas, formas de vida que son parte de la cultura oral en proceso de extinción y que necesitan ser rescatadas para que nuestras comunidades, locales o regionales, no pierdan el hilo conductor de su propia existencia y razón de ser.