Capítulo 2. ¿Por qué se vuelve al Centro que imparte Alfabetización Tecnológica? ¿Cómo se consigue?

2.1. El interés despertado

La motivación en el proceso de alfabetización tecnológica está determinada en parte por estímulos externos aunque, consciente o inconscientemente, aparece como un resorte en nuestro interior. Si algo nos ha traído la irrupción masiva de las tecnologías de la información y la comunicación en nuestras vidas y hábitos sociales es precisamente mucha información, siendo ésta uno de los mayores estímulos en una sociedad dominada por el consumo. Es una provocación permanente que, además, llega a todos los rincones del mundo a través de los medios de información-comunicación, (televisión, radio, prensa,cine, internet) ya se trate de mensajes informativos o publicitarios.

El proceso de motivación debemos asociarlo al de estímulo, ya sea entendido éste en una percepción positiva o negativa como tentación, provocación, persuasión, impulso, ánimo, aliento o soborno. Y estímulos son lo que hemos recibido en estos últimos años sobre los avances en tecnología de la información con la digitalización, la popularización de la red de redes, los ordenadores o el acceso a potentes y cada vez más accesibles herramientas de comunicación.

La alfabetización tecnológica en Extremadura, desde la perspectiva del proceso motivacional, busca responder a los mismos retos que plantea la actualidad desde un diagnóstico de la realidad en permanente cambio: ¿Cómo despertar la iniciativa entre los ciudadanos para afrontar los nuevos retos que nos plantea la Sociedad de la Información?, ¿Cómo implicar a ciudadan@s y organizaciones en un proceso que va más allá del mero uso instrumental de los ordenadores e internet?, ¿Cómo impulsar nuevos estados de ánimo que predispongan a ciudadan@s y organizaciones a profundizar en la calidad de nuestra democracia, en la creación de articular nuevas y más avanzadas formas de organización?, ¿Cómo conseguir que las personas ya motivadas por aprender el uso del ratón, de una aplicación, de la cámara digital o de internet comprendan que más allá de su capacitación básica informática es imprescindible su participación activa para cambiar el mundo compartiendo con otros ese proceso atemporal?, ¿Cómo pasar de un sumatorio de personas que desfilan por los Nuevos Centros del Conocimiento para enviar cartas a sus hijos en la emigración o para consultar un documento sobre un tema de interés o para buscar trabajo entre las ofertas digitales de empleo y acercarse al euro, respetando sus libre albedrío, participe en la creación de un grupo de personas organizadas comprometidas con su tiempo y con el futuro colectivo?.

Como se puede comprobar [1] , no han variado mucho las inquietudes metodológicas sobre la motivación desde hace quince años, al fin y al cabo, estamos hablando de un proceso de transformación social articulado sobre la educación (formal o informal) y como tal, la reflexión metodológica sigue evocándonos las mismas preguntas aunque cambie el contexto. De aquella sociedad desvertebrada de la década de los 80 en Extremadura y España, que necesitaba nuevas formas de organización y participación democrática, hoy nos queda la herencia de organizaciones sociales, económicas y culturales que necesitan un nuevo impulso para afrontar retos emergentes provocados por los fenómenos de cambio tecnológico y la inmersión en un proceso de globalización que produce inestabilidad, zozobra y enormes insatisfacciones, aunque la metodología de la participación sigue vigente, y con ella sus métodos y técnicas, aunque se añaden nuevos elementos relacionados con la denominada Sociedad-Red, una sociedad interconec sacude nuestros hábitos y formas de interpretar las relaciones sociales, económicas y culturales afectando a la totalidad de nuestras formas de hacer y comunicarnos entre personas, grupos y organizaciones.

Notas

[1]

nº 2 de Entre Lineas, octubre de 1987. "Apuntes para una metodología de la motivación participativa".Fernando de la Riva