6.2. Capacidades para desarrollar iniciativas autónomas

Tras el paso de ciudadan@s y organizaciones por el NCC de su localidad o barrio y de haber recibido módulos de capacitación tecnológica para el desarrollo de sus propias actividades, sólo podrá ser considerado satisfactorio el proceso de alfabetización tecnológica si ha producido un cambio real en la relación de los destinatarios del Plan con las tecnologías y con la sociedad extremeña. Es requisito imprescindible cuando se evalúa esa relación la existencia de compromisos, antes inciertos, relacionados con la participación en nuevos procesos autónomos de uso de las tecnologías para la cooperación con otras personas y organizaciones de su entorno o alejadas de éste pero con intereses semejantes. Por ejemplo, si después de adquirir los conocimientos y experiencias suficientes para el uso de las TIC s por parte de varios miembros de una asociación de vecinos, ha anidado en la voluntad de éstos la necesidad de mantener contactos permanentes con otras asociaciones de vecinos de otras localidades creando una nueva red de cooperación o relaciones que les permite seguir progresando en sus actividades y el logro de los objetivos que como organización tienen, podemos hablar de que estamos cerrando un nuevo círculo de la participación y definiendo con claridad el papel qías. Pero también, si los miembros de una organización (pensionistas, mujeres, empresarios, etc.) han tomado conciencia del uso de las TIC s para mantener el contacto con otras organizaciones o instituciones de su propia localidad para articular y canalizar actividades de interés social, cultural o económico tales como la realización de un plan de limpieza en el barrio, la presentación de un proyecto de educación ciudadana con las asociaciones de padres y madres de alumnos en un colegio o instituto, la creación de una asociación empresarial de hostelería, etc. Es decir, si se ha contribuido a crear iniciativas autónomas que propician un nuevo orden de cooperación y progreso para la localidad.

Estas nuevas capacidades para desarrollar iniciativa autónomas que se persiguen con los proyectos y actividades de los NCC, requieren una reinterpretación de las formas de participación social, cultural y económica en las organizaciones existentes o emergentes. En cada acción promovida por el Plan de Alfabetización Tecnológica se busca el desarrollo de las habilidades sociales y el despertar a una nueva conciencia de la participación: el potencial de creación y progreso que aportan las redes humanas que utilizan redes tecnológicas para cooperar y poner en marcha iniciativas de progreso, siendo los NCC un mero instrumento que pone al servicio de las organizaciones los espacios, infraestructuras, servicios y herramientas necesarias para hacer posible este nuevo estadío de la organización para la participación en todas direcciones, superadora de las numerosas trabas espaciotemporales para la comunicaciónacción existentes hasta hace muy pocos años.

En definitiva, el éxito del Plan se forja sobre las ideas, estrategias, proyectos , empresas, y cuantas iniciativas autónomas surjan, apoyadas o no en los NCC. De poco habrá servido el proceso de capacitación tolectivo si, al final, sus saberes quedan encerrados para el desempeño de tareas que ya se realizaban anteriormente al proceso como llevar la contabilidad con un sencilla aplicación o haber colgado una página web que ni se difunde ni se actualiza y que, como tantas, han contribuído a saturar el ciberespacio convirtiéndose en chatarra informativa que cada día entorpece más la circulación de la información y el co-nocimiento de calidad.

Debemos tener muy presente que la obsolescencia es una amenaza que no solo afecta a los equipos y materiales (tangibles), sino que además puede cristalizar las venas por donde circula el conocimiento y la voluntad de emprender (intangibles). La gran preocupación en los NCC se esconde tras los ordenadores en la mirada creativa y solidaria de las personas organizaciones que se implican en un pro-ceso de capacitación para la acción.

Se puede inferir de este segundo pilar básico de la capacitación para desarrollar iniciativas autónomas que nos hallamos ante una segunda generación o un segundo grado en el proceso metodológico de la alfabetización: la participación para el cambio, capacitarse para transformar la realidad y especialmente, para construir una arquitectura de la Sociedad de la Información y el Conocimiento sobre los fuertes pilares de una democracia participativa aún sin planos que nos permitan interpretar el futuro de las relaciones humanas en un nuevo marco de desarrollo y progreso social, económico y cultural.

En cualquier caso, los pilares básicos no necesitan ser apenas explicados, su valor en el esquema metodológico es servir de comunicación entre los procesos metodológicos de motivación capacitación organización y la articulación, desarrollo y ramificación de los proyectos y actividades. Desde éstos pilares se reconduce la acción en una u otra dirección y se trasladan en forma de propuestas y o de actuaciones que deben desarrollarse en función de las prioridades de capacitación tecnológica o de dinamización sociocultural que deben finalizar en acciones autónomas de los actores locales.