Capítulo 7. Empezar siempre por el diagnóstico de la realidad

7.1. Despertar el Interés

En el proceso de intervención de la alfabetización tecnológica la premisa fundamental que se debe tener presente es que estamos trabajando con personas que tienen ideas, sentimientos, necesidades e intereses. Si además, éstas están adscritas a organizaciones hemos de conocer los objetivos y proyectos que se han propuesto alcanzar para incorporarlas al proceso. Cualquier plan o programa de alfabetización tecnológica debe estar orientado en primer lugar a satisfacer las necesidades expresadas por las personas y organizaciones, pero al mismo tiempo deben diagnosticarse las necesidades e intereses a medio y largo plazo.

No se debe olvidar que el hecho de poner en funcionamiento un plan de alfabetización tecnológica es una visión institucional y técnica de las necesidades e intereses de la ciudadanía en general en función de estudios y conocimientos que la persona u organización posiblemente no hayan podido tener en cuenta. Precisamente en la planificación de la intervención a medio y largo plazo es donde se pueden producir grandes cambios organizativos y, por ende, en el modelo de sociedad al que aspiramos colectivamente.

Pensando en una asociación de vecinos, en una sucesión de conversaciones del dinamizador se puede detectar que son expresadas necesidades inmediatas en forma de demanda específica (una fotocopiadora, apoyo para una actividad, gestión de recursos curso ante una entidad financiera), pero las necesidades más complejas se expresan en forma de frustración asociativa (compromiso de los asociados, problemas estructurales del barrio, implicación de los vecinos en las actividades, difusión de sus logros, etc.). Para detectar estas necesidades y demandas se requiere de numerosas conversaciones apoyados en un proceso de reflexión guiada por alfabetizadores que, realizando una tarea de dinamización sociocultural, utilizan el reclamo de la necesaria formación tecnológica para alcanzar otras metas difusamente pronunciadas.

El aprendizaje o alfabetización tecnológica no se expresa como una necesidad, sino como una curiosidad, como algo que tiene importancia en el futuro de la organización o de la vida de las personas pero que no se ve y se tiene dificultades para expresar como demanda. Aparece en el trasfondo de las conversaciones pero no en un primer plano de éstas. Difícilmente podemos escuchar de una persona u organización: debemos aprovechar las tecnologías de la información y la comunicación para poner en marcha un proyecto de recuperación de la gastronomía popular y de este modo contribuir a la recuperación de la cultura y las tradiciones de Extremadura , sin embargo esa persona u organización que posiblemente sea un am@ de casa , expresa como necesidad a satisfacer : necesitamos un local para poder reunirse con las amigas y preparar algunas meriendas y actividades de convivencia .

Despertar el interés significa, por una parte aproximarse a las personas y organizaciones comprendiendo y colaborando en la consecución de sus demandas a corto plazo (disponer de un local de reunión para organizar meriendas) para que perciba que tu tarea es útil y facilitadora, pero al mismo tiempo escuchando y recabando los intereses y necesidades de fondo: que quieren experimentar y mostrar ante otr@s, cos bien para compartirlas: por ejemplo las recetas gastronómicas que conocen o han aprendido . Evidentemente, en el proceso de alfabetización tecnológica la incorporación del uso de las tecnologías aparece como un complemento de difusión singularmente atractivo desde el momento que comprenden sus potencialidades y es fácil que surja en poco tiempo uno de los más interesantes recetarios gastronómicos de la cocina popular extremeña, además expuesto al mundo, con el mínimo costo y habiendo aprendido las implicadas el uso del ordenador, internet, la cámara digital, el escáner, etc.