Product SiteDocumentation Site

¿Una o varias ontologías?

Esta sección está inspirada en la pregunta de Quine: ¿Cómo podemos juzgar entre ontologías rivales?[95], dado un argumento que sostiene que el tipo de ontología que adoptemos es consecuencia de determinadas necesidades.

Siguiendo a Quine:

Nuestra ontología queda determinada en cuanto fijamos el esquema conceptual más general que debe ordenar la ciencia en el sentido más amplio; y las consideraciones que determinan la construcción razonable de una parte de aquel sistema conceptual, son de la misma clase que las consideraciones que determinan una construcción razonable del todo. Cualquiera que sea la extensión en la cual puede decirse que la adopción de un sistema, es una cuestión de lenguaje, puede decirse que lo es también la adopción de una ontología.[96]

El conocimiento de la realidad depende de nuestras experiencias previas y es, por lo tanto, falible. En consecuencia, es lógico pensar que pueden coexistir distintas ontologías. La postura particular de Lawson, defiende que es necesario apostar por una ontología que logre acumular el conjunto de ontologías particulares.

Las escuelas heterodoxas, según él, difieren sólo en las preguntas que se hacen acerca de dicha ontología, que es común a todas ellas.

Por tanto, la ontología puede ayudar a identificar errores incluyendo inconsistencias y fallas que implican universalización inapropiada. Incluso, ¿puede proveer un papel aclarador? Lo creo, puede. Entre otras cosas esto proporciona una gramática categórica con la cual concepciones sustanciales sociales teóricas y distinciones, pueden ser mejor entendidas.[97]

Lawson está de acuerdo en que la realidad es abierta e independiente de nuestro conocimiento, por lo cual define un nivel de ontología pura en el que todas las escuelas concuerdan.

Cualquier discusión ontológica más allá de este nivel requerirá, sin embargo, definir objetos, realizar conceptualizaciones, con lo cual necesariamente estaremos de alguna manera cerrando el sistema. La epistemología, que obligatoriamente involucra sistemas cerrados, se filtra de este modo en la ontología, por lo que, más allá de la delgada capa de ontología pura en la que se centra el enfoque realista crítico de Lawson, existe una zona ambigua entre la ontología y la epistemología, donde ambas se confunden. La indefinición acontece donde hay lugar para distintas concepciones ontológicas por parte de las diversas escuelas heterodoxas.

No es que dichas escuelas meramente se preguntan distintas cosas acerca de una concepción compartida de la realidad sino que, como lo sugieren la razón y la evidencia, sus concepciones de la realidad son diferentes, estando dadas por distintas versiones de ontologías de sistemas abiertos.

Aceptar que la realidad (social) está conformada por sistemas abiertos, que son tales en virtud de que están sujetos a una gran cantidad de factores inherentemente o potencialmente no cognoscibles por nosotros, como incertidumbre, subjetividad, imposibilidad de predecir el futuro y/o reproducir completamente el pasado, etc., es un ejemplo de dicha ontología pura.

Aceptar una ontología de sistemas abiertos es un rasgo común a todas las escuelas de pensamiento heterodoxo, y esto es fundamental. El problema se presenta cuando tratamos de entender la naturaleza de la realidad más allá de este nivel general en el que todos coincidimos; es decir, cuando nuestras elaboraciones ontológicas se vuelven más concretas.

Cuando se habla de una ontología de sistemas abiertos se pone énfasis en la palabra abierto, pero ¿qué ocurre con el concepto de sistema? Si por sistema entendemos un conjunto de partes, aspectos, elementos, fuerzas, etc., que interactúan entre sí dando lugar a un ‘todo’, cabe preguntarse ¿cómo conceptualizamos dichos sistemas abiertos dentro de, por ejemplo, la realidad social o económica? ¿Qué constituyen las partes, o aspectos, y qué el todo?

Esto también es elaboración ontológica. Pero al contrario de lo que sucede con la ontología pura no es independiente de nuestros conocimientos preexistentes.

En el sistema caracterizado por las partes (agentes) y el todo (estructuras) hay retroalimentación mutua, y esto hace que estén en continua transformación y reproducción.

Sin embargo, otros enfoques heterodoxos realizan una caracterización diferente de los sistemas abiertos que conforman la realidad social. Para los post-keynesianos, por ejemplo, la unidad fundamental de análisis no es el individuo sino las distintas clases sociales, cuya interacción está marcada por el conflicto y la negociación.

Tomar al agente intencional (el ser humano) como la unidad básica de análisis en el reino social responde a un cierto tipo de concepción de la realidad, a un cierto tipo de ontología. Como el mismo Lawson lo reconoce, el ser humano también es estructurado, es decir, es un sistema en sí mismo.

El pluralismo es una alternativa que Lawson encuentra y que teóricas como Sheila Dow suscriben. La posición de Dow no es un pluralismo puro, es decir, tiene fundamentos. Está basado en el realismo crítico o implicado por la epistemología de los sistemas abiertos de la economía (como la post–keynesiana por ejemplo).[98]

Se trata de un pluralismo metodológico que encaja en la visión de los sistemas abiertos, teniendo como fundamento que no hay estándares universales, ni es posible lograr una selección del mejor método. Sino, lo que hay, es un debate constante entre metodologías en sus propios términos, sin pretender llegar a un criterio de selección.[99]


[95] [Quine02] p. 55.

[96] [Quine02] p. 56.

[97] So, ontology can help identify errors including inconsistencies and fallacies (including that of misplaced universalisation). Including being given a clarifying role? I believe it can. Amongst other things it provides a categorial grammar against which more substantive social theoretical conceptions and distinctions can sometimes be better understood.” [Lawson03a]p.58.

[98] [Dow85] p. 94.

[99] In Reorienting Economics I argue for a more pluralistic orientation to economic theorizing, and spend time demonstrating that alternatives methods of relevance do exist”. [Lawson03a] p. 339