Mi compromiso es proporcionar una metafísica social, que encaje
con una teoría de la realidad, para difundir los métodos del análisis en
términos sociales, incluyendo el análisis económico.
—Tony Lawson
Reorienting Economics obliga a tomar conciencia
sobre la dimensión ontológica en la economía, que hasta el momento no
había sido materia de discusión dentro de la disciplina. La reorientación
de la economía que propone Lawson es una reorientación en el sentido de un
mayor compromiso con la ontología.
Para esto Lawson se basa en una premisa fundamental: el papel
central que debe desempeñar la ontología en el análisis económico.
Mi proyecto no sólo ha sido más explícita y sistemáticamente
orientado a la investigación ontológica en la economía que la mayor
parte de otros proyectos, está orientado de verdad, en elaborar una
metafísica social para la ciencia social, pero también en encontrar una
concepción de vida social que es mucho más rica, más profunda que la
mayor parte de las concepciones competidoras en la economía.
[]
Lawson se vale de la ontología para:
Elaborar una crítica sólida y bien fundamentada de la corriente
dominante o principal
(mainstream).
Proponer una alternativa coherente basada en la filosofía del
realismo crítico.
Sugerir el modo en que la investigación científica puede
llevarse a cabo en el reino social.
Definir a la economía y establecer su lugar dentro de las
ciencias.
Dotar a la heterodoxia de unidad, sugiriendo que los distintos
enfoques son divisiones del trabajo dentro de un proyecto común;
y
proporcionar una explicación plausible para entender cómo se dio
el avance y consolidación del
“mainstream” como enfoque
dominante en la economía.
A través de su argumentación, Lawson otorga una coherencia y
cohesión a la crítica heterodoxa. Tony Lawson es al parecer un convencido
pluralista.
He argüido en favor de una teoría: una ontología social que
incluya formas, estructuras sociales -incluyendo relaciones sociales-,
reglas, posiciones, procesos y totalidades, etc. que dependen o son
resultado de la interacción humana.
[]
Es claro que no existen supuestos fundamentales definitivos en una
disciplina empírica, debido a que todos son, en cierta medida arbitrarios.
Además, la concepción del realismo crítico implica temas éticos al asignar
las consecuencias teóricas de cada postura mediante la herramienta
ontológica y puede generar cierto tipo de prácticas políticas. Esto es así
porque, por ejemplo, todos los seres humanos son formados por las
relaciones que se desarrollan (con otros). De esto se sigue que todas las
acciones, dado que ellos son potencialmente afectados -por otros o afectan
a otros-, conllevan un aspecto moral.
[]La economía de Lawson está lejos de ser una economía sin método, es
más bien, una petición de abordar la realidad desde una postura
pluralista. En pocas palabras, es un pluralismo metodológico.
El pluralismo metodológico al que se refiere Lawson es uno que debe
darse en cada una de las teorías, es decir, debe haber pluralidad de
métodos que se deben utilizar para construirlas.
Como vimos, la metodología o epistemología de la economía es un
movimientoextenso y complejo que se ha desarrollado en los últimos años.
El factor más importante para este movimiento es el interés en reflexionar
en la economía como ciencia.
Paradójicamente (como también analizamos previamente), el interés en
esta reflexión ocurre por razones antagónicas. Por una parte, es la
ciencia social más desarrollada y formalizada. Por otra parte, para muchos
economistas y metodólogos está en crisis, sea porque teorías como la
keynesiana chocaron con la realidad, sea porque en el
mainstream
mismo hay signos de disconformidad con los logros de la teoría
neoclásica. Y cuando una disciplina entra en crisis parte de la actividad
científica se dirige al examen de sus fundamentos.
El segundo factor que focalizó el interés en la economía fue el
retroceso de las epistemologías normativas al estilo del neopositivismo o
la popperiana. No prestaban atención a la historia de la ciencia y a la
práctica científica real. Esto condujo a describir y tomar en cuenta sólo,
lo que realmente ocurría en las disciplinas científicas
particulares.
Ante la crisis de los grandes sistemas se impusieron análisis
metodológicos parciales y dirigidos a las disciplinas específicas. El
tercer factor consiste en la aparición paulatina de filosofías no
empiristas (entre otras, el posmodernismo, el retoricismo, la
hermenéutica) que implicaron metodologías incompatibles con el empirismo,
y no sólo con los neopositivistas.
Es evidente la complejidad creciente de los sistemas sociales y la
urgencia de encaminarlos con el fin de resolver los problemas en los que
se encuentra la sociedad actual. Parece contundente el diagnóstico de que
la economía está bastante lejos de satisfacer las expectativas que se han
depositado en ella. Las políticas económicas para los mismos objetivos
divergen en mucho, y la teoría económica no aclara los problemas en la
misma proporción que la sociedad demanda.
Esto se debe a que el tipo de
realidad
compatible con el uso de modelos formales es muy diferente del
tipo de realidad de sistemas abiertos que caracteriza al reino social y,
dentro de éste, a la economía. En otras palabras, hay una inconsistencia
entre la ontología que los modelos matemáticos implícitamente presuponen,
y la ontología que efectivamente caracteriza a la realidad
económica.
Tomar al agente intencional (el ser humano) como la unidad básica de
análisis en el reino social responde a un cierto tipo de concepción de la
realidad, a un cierto tipo de ontología. Como el mismo Lawson lo reconoce,
el ser humano también es estructurado, es decir, es un sistema en sí
mismo.
Resumiendo, el interés de Lawson está centrado en:
Que los economistas reconozcan la inconsistencia fundamental que
existe entre la ontología de sistemas abiertos y estructurados que
caracteriza al reino social y la presuposición ontológica (de sistemas
cerrados) que subyace a los métodos ortodoxos.
En la misma naturaleza de la economía, ya hay elementos
ideológicos que posee y que no pueden ser erradicados de las teorías.
Implícito en esta imposibilidad se encuentra el hecho de que no hay
una base empírica universal, lo cual impide la adecuada comparación
entre teorías.
El realismo crítico, afirma Lawson, es una filosofía que sirve
de base común, y por lo tanto dota de coherencia a los distintos
enfoques heterodoxos, entre los que se incluyen la economía
Institucional y evolucionista y el post-keynesianismo, entre
otros.
El conocimiento de la realidad depende de nuestras experiencias
previas y es, por lo tanto, falible. En consecuencia, es lógico pensar
que pueden coexistir distintas ontologías. La postura particular de
Lawson, defiende que es necesario apostar por una ontología que logre
acumular el conjunto de ontologías particulares.
Las escuelas heterodoxas, según él, difieren sólo en las
preguntas que se hacen acerca de dicha ontología, que es común a todas
ellas.
Cualquier discusión ontológica más allá de este nivel requerirá,
sin embargo, definir objetos, realizar conceptualizaciones, con lo
cual necesariamente estaremos de alguna manera cerrando el
sistema.
Aunque
“cerrar el sistema” es inevitable, es algo
que debe tenerse consciente. Lawson está de acuerdo en que la realidad
es abierta e independiente de nuestro conocimiento, por lo cual define
un nivel de
“ontología pura” en el que todas las escuelas
concuerdan.
El pluralismo es una alternativa que Lawson encuentra.
Se trata de un pluralismo metodológico que encaja en la visión
de los sistemas abiertos, teniendo como fundamento que no hay
estándares universales, ni es posible lograr una selección del mejor
método. Sino, lo que hay, es un debate constante entre metodologías en
sus propios términos, sin pretender llegar a un criterio de
selección.
¿Porqué las críticas al modelo ortodoxo no han sido suficientes? tal
vez debería ser el centro de atención de teorizaciones futuras. En las que
el compromiso con la ontología mantenga su carácter fundamental como una
herramienta tan poderosa como poco aprovechada.