Herbert A. Simon: la racionalidad limitada
Herbert A. Simon centra su atención en los procesos de pensamiento
que emplean los agentes al tomar decisiones. Esta situación lo lleva a
ofrecer una alternativa de índole epistemológica a la corriente
dominante de la economía (
mainstream), en un
esfuerzo que articula también con la observación de la experiencia de la
toma de decisiones económica y la racionalidad limitada
[], esta racionalidad limitada, será la propuesta central que
reemplazará en el discurso de Simon a la racionalidad maximizadora
dominante.
Los límites de la racionalidad son variables. Sin embargo, la
conciencia de esos límites puede aportar elementos fundamentales en el
análisis de los modelos. Concretamente Simon lo que propondrá son ideas
tales como la de la información imperfecta y asimétrica, que ha sido la
base de posteriores desarrollos en la toma de decisiones y en la teoría
económica en general con el concepto central en este autor, el de la
racionalidad limitada
[].
Para Simon lo fundamental, será reemplazar la racionalidad global
con un comportamiento intencionalmente racional compatible con las
posibilidades reales de acceso a la información existente y las
capacidades de procesamiento en las personas en un entorno particular.
La elección o la decisión se hacen en un contexto y el proceso de
decisión o elección le permite sólo ser la más satisfactoria en
circunstancias particulares, entre varias opciones posibles.
La racionalidad limitada se caracteriza por dos conceptos:
búsqueda y satisfacción. Si el tomador de decisiones no conoce las
alternativas de inicio, entonces él debe de buscarlas mediante un
proceso de aproximaciones sucesivas hasta encontrar la alternativa más
satisfactoria. También es conocido como modelo de racionalidad procesal
porque es resultado de una deliberación apropiada, de un proceso de
razonamiento.
Para Simon se deben interpretar las acciones individuales como
hechos intencionales de los individuos, pero la racionalidad individual
en el comportamiento económico no garantiza necesariamente sostener que
los resultados de este sean siempre socialmente óptimos.