El “giro ontológico” ¿resuelve los problemas de la
economía moderna?
Como señalé anteriormente, el objetivo central del proyecto
científico de Tony Lawson es el de convencer a los economistas de que el
origen de los problemas de la disciplina, así como su solución, está en
la ontología. Específicamente, la tesis propuesta es que la economía
moderna se puede beneficiar con una preocupación por la ontología más
explícita, sistemática y sostenida, contrariamente a la que ha sido su
costumbre.
Sin embargo, y a pesar de que la mayoría de los comentaristas en
general está de acuerdo con Lawson en este punto crucial de su
argumento, han surgido ciertas dudas acerca, primero, de la eficacia del
giro ontológico propuesto, y segundo, de la validez o universalidad del
tipo específico de ontología que el autor defiende. Es decir, la
sustentada por el realismo crítico. Para Lawson el realismo crítico debe
ser:
“El proyecto realista en cuestión es uno que debe mantener la
crítica sobre la práctica de la economía moderna.”[]La evidencia histórica parece indicar que la demostración de
alguna inconsistencia de tipo teórico o metodológico no ha sido
suficiente para persuadir a los economistas de la necesidad de un cambio
de enfoque. La pretensión de Lawson es que los economistas reconozcan la
inconsistencia fundamental que existe entre la ontología de sistemas
abiertos y estructurados que caracteriza al reino social y la
presuposición ontológica (de sistemas cerrados) que subyace a los
métodos ortodoxos.
¿Qué hay en cuanto a la idea de que la sociedad es un proceso?
Según el concepto sostenido, estructuras sociales como casas,
mercados, universidades, hospitales y los sistemas de relación
industrial, no existen por separado (y a menudo se mantienen por
períodos significativos de espacio de tiempo) y sufren cambios. Más
bien los cambios son esenciales a lo que ellos son, a su modo de ser.
Existen como procesos.
[]
Sheila Dow, comentarista de Lawson, sugiere que éste tiene más
posibilidades de convencer a los economistas (ortodoxos) más jóvenes, y
que sería interesante realizar una investigación para determinar cómo
estructuran su pensamiento los distintos grupos de estos.
[]Para Sheila Dow los desacuerdos en economía están en su misma
naturaleza, debido a los elementos ideológicos que posee y que no pueden
ser erradicados de las teorías. Implícito en esta imposibilidad se
encuentra el hecho de que no hay una base empírica universal, lo cual
impide la adecuada comparación entre teorías. El único criterio con el
que se cuenta para identificar una escuela de pensamiento es, por
ejemplo, el metodológico, pues cada escuela de pensamiento posee una
metodología común.
Por metodología pueden entenderse: los procedimientos técnicos
(categorías utilizadas, técnicas de modelización) y una concepción del
mundo o conceptualización de la realidad específica (los procedimientos
técnicos, pueden derivarse de este segundo elemento). Los procedimientos
técnicos pueden ser usados por más de una escuela, pero enmarcados en
las concepciones del mundo diferentes que individualizan a cada una. Por
lo tanto, las diferencias en los criterios para evaluar teorías no
pueden resolverse.
[]Sin embargo Dow sostiene que, la ausencia de un único conjunto de
criterios de evaluación de teorías no impide la discusión de teorías
alternativas y, en alguna medida, hasta comparaciones entre ellas. En
esto, concuerda con Lawson.
Mark Peacock (otro comentarista de Lawson), por su parte, pero en
este mismo sentido, sugiere que los economistas no hacen explícitos sus
argumentos de un modo ontológico ni reconocen las posturas ontológicas
implícitas en sus argumentos.Es la razón por la que Dow sugiere que es
en generaciones de economistas más jóvenes que pueden permear estas
ideas.
Mark Peacock formula la pregunta:
“¿Porqué los economistas
heterodoxos deberían estar interesados en los argumentos de la corriente
heterodoxa (lawsoniana en particular)? Después de todo lo que interesa
identificar es: ¿qué es lo que ha hecho la ortodoxia? y preguntarse como
economista, ¿qué diferencia puedo yo aportar al
debate?”.
[]Para entender las discusiones metodológicas y, finalmente, las
discusiones en o entre escuelas de pensamiento hay que tener claros
conceptos separados: modos de pensamiento, sistemas abiertos y cerrados
y otros más que se introducirán más adelante.
Esto podría brindar información valiosa para establecer en qué
medida y con qué tipo de argumentos podría persuadirse a los
investigadores sobre la relevancia de la inconsistencia fundamental que,
según Lawson, es el origen de los problemas en la disciplina. Parece
evidente que los economistas de la corriente principal simplemente no se
preocupan por consideraciones ontológicas. Pero, entonces, ¿con qué
ontología deberíamos comenzar? ¿qué ontología tiene suficiente autoridad
para desempeñar este papel?
Hay límites ontológicos y prácticos, anticipándonos a futuros
resultados.
[]
La historia de la ciencia ha mostrado en más de una ocasión que
concepciones ontológicas que se creía descansaban sobre bases firmes
finalmente probaron ser incorrectas. El conocimiento ontológico, por lo
tanto, también es falible, lo cual es una llamada de atención no sólo
sobre las intenciones de Lawson, sino sobre el papel que cumple la
ontología en el conocimiento de cualquier índole.