Modos dominantes de pensamiento
Las metodologías se adaptan a los modos de pensamiento, lo cual
implica aspectos tanto lógicos como retóricos. Aunque se pueden
interpretar varios modos de pensamiento en la historia, en este trabajo
se enfocarán dos predominantes:
“el euclideano–cartesiano”
y
“el babilónico”, siguiendo con el trabajo de Sheila Dow,
que encuentra rasgos comunes con las definiciones del propio Lawson. El
primero (euclideano–cartesiano) es el más tradicional y representa aún
un ideal para hacer ciencia. Es la expresión el ideal de sistematización
lógica de un cuerpo de conocimiento a partir de principios o axiomas.
Ejemplos arquetípicos son la geometría y la matemática, en que los
axiomas son verdaderos y la lógica garantiza la verdad de los teoremas
deducidos
[].
El modo de pensamiento babilónico no representa un ideal dentro de
la filosofía de la ciencia occidental y sus orígenes y características
son menos claros. En lugar de usar un sistema lineal de deducción
lógica, la aproximación alternativa babilónica consiste en recoger las
tradiciones del estilo de razonamiento no axiomático para, por ejemplo,
la interpretación de textos teológicos.
Un tercer modo de pensamiento no tan extendido como los
anteriores, pero que es pertinente mencionar, es el
“constructivismo”, que incluye el posmodernismo y el
retoricismo. Este pensamiento constituye el opuesto del
“euclidiano–cartesiano”. Su principal rasgo es el rechazo
absoluto de todo tipo de metodología. Resalta el análisis contextual
específico y la fragmentación sobre el conocimiento.
La metodología contemporánea desarrollada bajo la influencia del
modo de pensamiento euclideano-cartesiano, especialmente la del
neopositivismo, se caracteriza por los siguientes rasgos que han
influido sobre la ciencia económica, más allá de las particulares
escuelas de pensamiento:
Existe un criterio de demarcación entre ciencia y no
ciencia.
La ciencia es acumulativa.
Se distingue entre observación y teoría
Los términos científicos tienen significados fijos.
Hay un método científico.
Las observaciones y los experimentos proveen los fundamentos y
la justificación de las hipótesis y teorías.
Las teorías tienen una estructura deductiva y son probadas
deduciendo observaciones de postulados teóricos
[].
Tanto para Lawson como para Dow es imprescindible tener presente
esta influencia como parte del diagnóstico del estado actual de la
economía. Lawson insiste en que: “Rechaza las practicas de modelización
que descansan en los supuestos
a priori[], por no estar en contacto con la realidad”
[].
Es importante señalar que, en su opinión, la ciencia tiene una
participación fundamental, como proveedora de la identificación del
mecanismo de producción de regularidades y de factores
causales.
[]