«Producir y nutrir,
producir y no poseer,
obrar y no retener,
acrecentar y no regir,
son el misterio de la vida.»
Almería, casi na
Yo me voy pAlmería. Usted, a donde más le plazca. Disfruten.
Sobre la innovación abierta
Sergio
Montoro se refiere a un artículo sobre cómo los
grandes laboratorios de I+D corporativos están desapareciendo para dar
paso a redes de investigación y desarrollo. Y todo porque
parece que se han publicado un par de articulos en revistas «serias».
Realmente
no es ninguna novedad en absoluto. Chesbrough
ya viene hablando de innovación
abierta al menos desde 2003 y por otro lado no es nada más
que la observación de la pura realidad de cómo funcionan los mecanismos
de I+D de empresas de éxito como Nike, Intel, Cisco, etc.
Lo
que supondría realmente algo nuevo es concebir cuál es la siguiente
manera de realizar la I+D, cómo superar las trabas que por su propia
naturaleza tienen las sociedades anónimas, las propias de las pequeñas
y medianas organizaciones y de cómo socializar el potencial de igualdad
de la Sociedad de la Información. A eso es a lo que llamo, a falta de
un nombre mejor, hiperinnovación.
El impacto de la ley de la disrupción
Según Downes y Mui la la ley de la disrupción se enuncia: «los sistemas sociales, políticos y económicos cambian incrementalmente pero la tecnología cambia exponencialmente».

El carácter exponencial es la suma de las tres leyes digitales de moore, gilder y metcalfe que también son exponenciales. El potencial de la misma es inmedible.
Para que el lector comprenda cómo no estamos divagando suelo usar en mis charlas un ejemplo concreto: el desarrollo de las redes de intercambio de ficheros. A grandes rasgos este sería el cronograma:
- cambio tecnológico: surjen napster, edonkey, emule, etc;
- emule probablemente sea el programa GPL más usado del mundo, a pesar de contar con un interfaz, digamos, infernal, hasta el último mono ha sido capaz de instalarlo y dedicarse a la descarga de copias privadas a mansalva;
- amén de cuestiones exclusivas de la industria musical, las compañías empiezan a notar un declive en las ventas de sus productos musicales (obsérvese que en ningún momento uso el adjetivo «artístico») y la SGAE se alarma;
- el eficaz cabildeo de la industria discográfica transforma las leyes de propiedad intelectual (DMCA y LPI).
PD: Si algún voluntario me honrase con versiones svg de mis horribles gráficos haría un favor enorme a este «libre pensador de andar por casa».