Párrafo I. Partiendo del principio de que la informática ha de entenderse como un compromiso social: la computación al servicio del ser humano, y no el envilecido contrario, asumimos el compromiso cultural de la informática, según el cual el usuario tiene el derecho de que la informática, como medio de comunicación y expresión, ha de respetar con rigor su realidad lingüística y cultural. Y este compromiso se aplica tanto a lo que se ofrece para ser leído como a las ayudas que se puedan proporcionar para lo escrito.
Párrafo II. Creemos y promovemos que los datos, la información y el conocimiento necesarios para conseguirlo deben ser públicos y no estar restringidos en su uso, copia y mejora por derechos ni regalías de explotación.