A nivel nacional, una ley que recomiende a la administraci�n p�blica el uso generalizado del software libre sortear�a la resistencia al cambio t�pica, siempre que hay un cambio en las soluciones t�cnicas suele presentarse ciertos grados de resistencia entre usuarios y t�cnicos.
Adem�s, y en uen el momento en el que las administraciones p�blicas promueven el cambio, lo hacen tambi�n sus proveedores que, naturalmente, no quieren perder a un cliente tan importante. As� se inicia una cadena de cambios: aumenta la oferta de servicios basados en softlibre para otros clientes, los cuales pueden confiar en la nueva soluci�n si reciben la oferta de su proveedor habitual; despu�s los clientes demandar�n m�s servicios a otros proveedores los cuales deber�n renovarse para responder a la demanda del mercado, haciendo econ�micamente viable la transformaci�n. Finalmente el tejido tecnol�gico habr� empezado a renovarse. Como m�nimo el beneficio consistir� en que toda la inversi�n que antes se iba al exterior en divisas se reinvierte en las empresas en forma de mucha m�s tecnolog�a.
A nivel m�s local, se deben promover los grupos locales (grupos de inter�s espec�fico) para que apoyen a la sociedad local en el cambio. Un ejemplo de qu� tipo de grupos se pueden promover o apoyar son las agrupaciones de t�cnicos profesionales y los gremios empresariales, t�cnicos o generalizados. Si en paralelo se realiza una labor de alfabetizaci�n tecnol�gica, se preparan nuevas generaciones de trabajadores del conocimiento que tendr�n en sus manos un potencial creativo infinito.
A nivel internacional, es imprescindible exigir a todas las instituciones internacionales p�blicas que apliquen un rigor parecido para el mejor aprovechamiento de los presupuestos, que son pagados con los impuestos de las naciones miembros. Este cambio servir�a de ejemplo para todos los pa�ses y podr�a motivar a los menos desarrollados a encontrar formas de recuperar en forma de desarrollo tecnol�gico lo invertido en infraestructura tecnol�gica.
La empresa necesita dos cosas para afrontar el cambio: demanda y apoyo t�cnico. Fomentando la formaci�n de t�cnicos de alto nivel se resuelve el segundo problema y convirtiendo a la administraci�n p�blica a considerar las soluciones libres en sus concursos la primera.
Para la academia es realmente mucho m�s f�cil. El m�todo de trabajo abierto del software libre no es otra cosa que el viejo m�todo cient�fico de colaboraci�n. Ha sido el abuso de la Propiedad Intelectual lo que ha estancado la investiga enfrentando a investigadores que deber�an ser colegas. La universidad debe dotarse, necesariamente, con software libre usando el colosal capital intelectual del que dispone, que es un recurso infinitamente mayor que los prespuestos de los que disponga (regla que vale para universidades de cualquier tama�o). Si toda su infraestructura software y toda su pedagog�a usa recursos libres (software y documentaci�n principalmente) aumentan las posibilidades en ambos casos manteniendo los mismos costes econ�micos. Si adem�s los estudiantes participan en el trabajo, sabiamente dirigidos por profesores e investigadores, su experiencia se dispara por enfrentarse a pr�cticas de trabajo reales, con aplicaci�n directa de los conocimientos te�ricos. Basta recordar casos como los de las universidades de Cornell, Carnegie Mellon, Standford, MIT o Berkeley para comprender el alcance en la formaci�n y en el prestigio.
Por otro lado estoy de acuerdo con las ideas de Francisco de Urquijo (en M�jico) cuando afirma que la innovaci�n del software libre debe recaer en la universidad. Esto significa que la universidad debe invertir en innovaci�n tecnol�gica a corto, medio y largo plazo, respondiendo a las necesidades de la sociedad civil con toda la Investigaci�n+Desarrollo+Innovaci�n que necesita y que la empresa a�n no es capaz de asumir desde el principio. No me cabe duda que el papel social de la universidad en la Sociedad de la Informaci�n, siguiendo estas indicaciones, ser� impresionante.