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Biografía
Angelina Olea
(Irún, 30/10/75): reside habitualmente en Almería pero cursó medicina en Granada. Durante su estancia en Granada fue cantante en algunas bandas de la ciudad, con las que incluso actuó en directo, pero podemos considerar Sefronia su primer proyecto serio. Conoció a A.L Guillén, compañero de facultad, gracias al proyecto «restos»; Angelina fue la encargada de poner voz en directo al citado proyecto. Belleza, pureza y pasión son tres adjetivos que podrían describir la voz de Angelina, así como su perfil humano. Su labor compositiva está cobrando importancia en las nuevas grabaciones de la banda. Cantante dotada de un talento natural, proporciona nuevas dimensiones sentimentales a las canciones del grupo, con el aliento cálido y versátil de su timbre. El corazón de Sefronia.

Julián Manglano
(Granada, 4/11/72): pasaba por ser uno de los baterías más formados y completos del panorama granadino-conocido era su dominio del bombo. En su bagaje encontramos colaboraciones con todo tipo de bandas granadinas: hard, acid-jazz, rock, pop, punk... Por comodidad y/o curiosidad, la batería fue dejando paso al ordenador, hasta convertirse Julián en un requerido programador. Su trabajo se mueve entre la austeridad del trip-hop y la compleja polirritmia de «Adrenocromo», antítesis de música dance. En su programación se aprecia la búsqueda de un sonido orgánico y natural, a la vez que complejo y electrónico.

Antonio Luis Guillén
(Granada, 19/7/75): granadino, en las diversas acepciones de la palabra, su madre no sabía lo que hacía al llevar a su retoño al conservatorio con 6 años. Gracias a diversas corrupciones llegó a 4º curso de solfeo, terminó coral, y no aprobó ni 1º de guitarra, al conocer el rock and roll. Formó Bad Streets con 10 años, y siguió con Colisión (rock), Sticky Fingers (hard), F&G (guitarreo-virtuoso-instrumental-funk-jazzie), y Restos (¿?). Guitarrista de ascendente virtuoso, ha evolucionado hacia la composición y, de otra parte, la experimentación atonal. Es el principal compositor del trío. Visceralidad, anti-academicismo, eclecticismo, auto didáctica, complejidad, pretenciosidad y melodía podrían relacionarse con su trabajo. Este médico-opositor es un confesado amante de la literatura de Kerouac, Celine o Michaux.
 

Un escueto apunte biográfico

Probablemente el vínculo inicial de los componentes de la banda sea la doble maqueta «restos», un intento individual de obra pseudo-conceptual acerca de las relaciones personales anómalas, realizado en un 4 pistas casero por Antonio Luis Guillén: 30 temas «semi-acústicos», grabados entre octubre del 97 y julio del 98, que suponen un ejercicio de catarsis consistente en musicar sus propios textos y los de Fernando Jaén, joven poeta granadino (con su permiso...). Para Jaén: «restos son dos niños que encantan moscas en una calle desierta de pólvora y flores, con ropa tendida al sol. Es tiempo de dejar enfriar muertos y seducirnos con esqueletos de margaritas. Es tiempo de deshielo, de fiebre y amapolas. Es hora de deshojar cruces y esvásticas. En la agónica necesidad de la satisfacción todo es permitido. Son lágrimas de Adán y Eva en el jardín de las delicias. Es nuestra aportación a las relaciones interpersonales». Para A.L.Guillén: «restos son 29 canciones de amor y una masturbación desesperada». Para la crítica: «anticomercial y variada tesis de sonidos diversos con un común denominador: la guitarra. Guitarra que guía el camino cual pionero experimentado, y que a su vez es guiada por A.L. Guillén, músico encargado de los más de 20 instrumentos que dan cuerpo a esta extraña grabación. Rozando a veces la paranoia zappiana ´restos´ se nos presenta como una de las propuestas a estudiar durante todo el año que está por llegar. Las letras gozan de una temática un tanto común pero tratadas con una pasmosa originalidad» (Revista BAJO CUERDA, diciembre 98).

El proyecto se transportó al directo gracias a la voz de Angelina Olea, que ya grabara el tema «Sed» de «restos»; el formato era el de dúo acústico; como resultado se formó un pequeño pero fiel grupo de seguidores del inclasificable dúo. Julián Manglano y A.L. Guillén eran viejos conocidos de sesiones improvisatorias en ensayos granadinos. También Julián mostró interés en el proyecto y se concretó la idea de dar un tratamiento electrónico al mismo. Y así comenzó la grabación de un material, que si bien en un principio utilizaba temas de «restos», a la postre significó un nuevo grupo con vida propia. La primera maqueta de la banda se grabó en no más de 4 sesiones durante el verano de 1999, pero, por diversos problemas, no fue editada hasta marzo de 2000. El grupo no esperaba tal acogida de público y crítica dado el talante experimentador de la música, sin embargo la maqueta fue nombrada «maqueta de la semana» en «Fin de milenio» (Fórmula Uno). En la actualidad el grupo graba una nueva maqueta de larga duración que suponga la progresión y asentamiento de lo expuesto en «Sefronia», despojada del lastre de «restos».