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otro afluente de nuestro
trabajo es literario. todo aquello relacionado
hasta la fecha, basur ha
publicado tres títulos. Los dos primeros son trabajos poéticos
de
la filosofía de las
publicaciones basur pretende estar abierta a
Música de fondo. Fernando Labordeta Blanco «Romántico. Henchido. Hinchado. Pavo real. Derramadero. Cauce. Río» «La carcasa de las
palabras se ha ido. Con amor y parsimonia desempolvamos los antiguos mecanismos
de lluvia... para hacer brotar el llanto. Sostengo en mis manos el trozo
de ala que dejaste... sus plumas escriben en las nubes tu pronóstico
de niebla para hoy... para el resto de los días, luz... sólo
luz...»
Lenguaje teatral. Fernando Labordeta Blanco «Payaso. ¿Cómo no serlo? ¿cómo no inflingirse latigazos de risa? ¿cómo no despiojar lo sacro y lo pagano? ¿cómo no reirse de esta existencia que cree superar al cielo? Sólo tú asistes al sumarísimo juicio feliz y culpable» «Vivir en otro. Ser
cabo, rueda, engranaje... nacer vestido y descalzo, pero andar desnudo,
precipitarse en la tarea de no ser siendo... hacerse de unos nuevos dorsales,
de respiración asistida... para ser al fin lo soñado»
Piezas. Asociación cultural «La Secuela» El tercer número de la colección basur de literatura contiene un conjunto de relatos breves de la Asociación Cultural «La Secuela», nuestros 'primos hermanos' del teatro almeriense. En él escriben: Ángel Montellano, David Cantos y Francisco Rodríguez (más conocido como Paco Calavera). Lleva ilustraciones de Quique Viciana y Esther Martínez. «Abrí los ojos lentamente. La luz invadió mi mente como una andanada de cañonazos. No acertaba a comprender qué me había pasado. Tenía conciencia de mí mismo, sabía cosas cómo que... era un adulto, que tiempo atrás había sido un niño, que sabía hablar; pero no recordaba nada del pasado, más exactamente, no tenía imágenes en el cerebro, como si hubiese estado ciego toda mi vida, pero tampoco recordaba eso. Lo que sí tenía claro es que ahora... veía. Y creo que nadie habrá podido gozar tanto con el sentido de la vista, como lo hacía yo en ese momento. Como ya he dicho antes, mi mente estaba como borrada, sin imágenes, pero todo lo que veía encajaba de alguna manera con algún deseo oculto, y un nombre tomaba mi memoria al asalto. A veces dos, tres, o mil nombres todos perfectos, todos imprescindibles, algunos nuevos y todos necesarios [...]» «La mayoría
de los jóvenes españoles con edades comprendidas entre los
quince y los veinte años gozan de una vida social saludable. Aunque
éste no era el caso de Eusebio. Tenía diecisiete y no salía
nunca, algo que desquiciaba a su padre; “si por lo menos sacara buenas
notas... pero es que, además de no salir de casa, no aprueba una.
Me ha salido un hijo tonto”. Sólo salía con sus padres. Los
domingos por la mañana paseaba con ellos por algún parque
de la ciudad. Mientras lo hacían, comían pipas y consultaban
alguna guía televisiva. Quizás el hecho de que Eusebio fuese
de tez tan pálida era culpa de sus autorestringidas salidas.
De vez en cuando, su madre le daba billetes de cinco mil y le decía:
Nueva publicación basur Cuarto título de la
colección "basur" y tercero de Fernando Labordeta
El vientre de las nubes. Fernando Labordeta Blanco «1 vacío oscuros márgenes para
arrastrarse sin presencia...
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